Edimburgo acoge la tercera reunión del proyecto europeo IntercropVALUES

La capital escocesa fue el escenario donde ciencia, sostenibilidad e innovación se dieron la mano. Durante tres días, el consorcio europeo IntercropVALUES debatió cómo los cultivos intercalados pueden transformar la agricultura del futuro, mejorar la nutrición y fortalecer las cadenas de valor locales en toda Europa.

IntercropVALUES es un proyecto de investigación europeo centrado en promover el cultivo intercalado —la práctica de cultivar varios cultivos juntos— para crear sistemas agrícolas más resilientes, sostenibles y rentables. Han pasado tres años desde que se puso en marcha el proyecto en noviembre de 2022 en Montpellier, Francia. El trabajo de todos los participantes desde entonces está dando ahora sus primeros frutos. 

Edimburgo fue la ciudad elegida para acoger la tercera reunión anual del consorcio, que tuvo lugar del 1 al 3 de octubre de 2025. Más de 65 investigadores y gestores se reunieron para compartir conclusiones, resolver dificultades y planificar el último año del proyecto. Los responsables de proyectos y políticas de la Agencia Ejecutiva de Investigación Europea, que gestiona el programa, también se unieron a la reunión para hacer un seguimiento del progreso del proyecto.  

La reunión, de dos días y medio de duración, fue organizada por el Scotland’s Rural College (SRUC). Christine Watson, profesora de Sistemas Agrícolas del SRUC, inauguró la reunión con una presentación general de la entidad, destacando su historia, infraestructura y alcance internacional. El SRUC cuenta con múltiples campus, centros de investigación y servicios de consultoría, con una fuerte presencia en genética, salud animal y sostenibilidad. Compartió con los participantes de 15 países de Europa, África y China una visión general del censo agrícola escocés sobre cultivos, uso del suelo y emisiones de gases de efecto invernadero, así como cuestiones de política agrícola como el Plan Orgánico 2025. 

Tras esta introducción y bajo la dirección del coordinador Eric Justes (Centro de Investigación Agrícola para el Desarrollo Internacional, CIRAD), el equipo del proyecto se centró en la divulgación científica, la participación en las políticas y los planes para el último año. Durante el primer día, los talleres exploraron estrategias para superar las barreras al cultivo intercalado y ampliar su adopción en las cadenas de valor. Se presentaron análisis nutricionales y bioquímicos del trigo y las legumbres cultivadas en intercalación, destacando los cambios en los perfiles de micronutrientes. Se realizó una prueba sensorial con los consumidores (en este caso, los participantes en el proyecto) para evaluar galletas elaboradas con diferentes proporciones de harina de trigo y lentejas: se degustaron cuatro prototipos de galletas, cada uno con niveles crecientes de harina de lentejas, y se calificaron mediante un cuestionario estructurado. El taller trató de identificar el punto de inflexión en el que el sabor se une a la nutrición sin comprometer la satisfacción del consumidor. Los ingredientes siguieron siendo los mismos (harina, mantequilla, huevos, azúcar), salvo por el toque de legumbres, y estos resultados, que se completarán con un panel más amplio, guiarán la futura innovación alimentaria en productos sostenibles a base de legumbres. 

El segundo día se dedicó a un metaanálisis de los resultados experimentales, las estrategias de desarrollo de la cadena de valor y las técnicas avanzadas de imagen para la autenticación de la harina. Los participantes visitaron una granja de cereales para explorar las aplicaciones en el mundo real y las perspectivas de las partes interesadas. Mungoswells Farm, una granja en activo de 550 acres en East Lothian, es famosa por sus harinas molidas localmente. Esta granja familiar hace hincapié en la trazabilidad y la producción sostenible. Su molino in situ procesa cereales cultivados en la granja y ofrece harinas orgánicas y convencionales, incluyendo espelta y centeno. Con el 40 % de sus tierras certificadas como orgánicas, la granja integra la conservación de la naturaleza en sus operaciones. También como parte del programa, la visita a la destilería Glenkinchie ofreció una visión de la historia y el proceso de elaboración del whisky, desde el campo hasta la copa. Ambas visitas sirvieron como estudio de caso y oportunidad par ar cómo las prácticas agrícolas y el uso de la tierra se entrecruzan con la producción local de alimentos y bebidas, las barreras y oportunidades para integrar los cultivos intercalados en las cadenas de valor existentes, así como para obtener información sobre la gestión de la tierra, la sostenibilidad y la identidad regional, que son relevantes tanto para la agricultura como para la innovación del sistema alimentario. 

El tercer día se centró en la difusión y explotación de los resultados y en los preparativos para las conferencias finales. Hubo tiempo para debatir el enfoque de género en el proyecto. Los socios hicieron hincapié en la necesidad de enfoques transformadores y sensibles al género en los programas agrícolas. Las políticas que ignoran o son neutras en materia de género corren el riesgo de reforzar las desigualdades y la invisibilidad de los roles marginados: la creación de espacios seguros y la integración del género en todos los niveles de la toma de decisiones fueron las conclusiones clave. 

La reunión reforzó la colaboración y estableció la hoja de ruta para las actividades finales. En 2026, los resultados académicos y aplicados para que los interesados los utilicen en toda la cadena de valor se compartirán a través de dos conferencias y once eventos de difusión en los países donde se están llevando a cabo estudios de casos de coinnovación. En enero de 2026 se impartirá un curso posdoctoral de una semana de duración sobre cultivos intercalados en la Universidad de Wageningen (Países Bajos). 

Más información acerca del proyecto

IntercropVALUES está financiado por la Comisión Europea a través del Programa de Investigación e Innovación Horizonte Europa. Cuenta con una página web del proyecto y varios canales en redes sociales, donde toda persona interesada puede encontrar más información sobre sus actividades y resultados.

Participación navarra en el proyecto

El consorcio se conforma de 27 entidades distintas, siendo INICIATIVAS INNOVADORAS responsable de comunicación y asistencia en la coordinación, y la empresa pública INTIA, que participa en el proyecto desarrollando un caso estudio de co-innovación en horticultura a nivel de parcela agrícola, además de identificar barreras a la implementación y desarrollo de intercultivos, junto con la realización de talleres con el sector.

Iniciativas Innovadoras
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